La Bodega Pazo de Barrantes se construyó en 1991 junto al pazo de Barrantes, palacete gallego propiedad de la familia Creixell desde 1511.Se sitúa a orillas del río Umia en el corazón del valle del Salnés, en la costera localidad de Barrantes (Pontevedra).
Los orígenes del pazo se remontan a comienzos del siglo XVI y su historia se contempla en cada uno de sus escudos armas. En el centro de su escudo principal lucen tres característicos zuecos que hoy ocupan un lugar central en la botella y etiqueta de sus dos vinos: Pazo Barrantes y La Comtesse de Pazo Barrantes.
El pazo ha estado íntimamente ligado a la historia de Galicia desde hace varios siglos. En 1930 siendo propietaria la octaba condesa de Creixell, Doña. Julia Becerra Malvar, se reúnen en él los Consejos de Ministros y el pazo se convierte en el marco de la firma del primer Pacto de Autonomía Gallega, conocido históricamente como el Pacto de Barrantes. Tal era la personalidad de Doña Julia que en su época el pazo fue conocido como el Pazo de la condesa.
Por vía de herencia recibe la propiedad del pazo su nieto Don Vicente Cebrián Sagarriga, décimo conde de Creixell, quien lo somete a una reconstrucción de tal envergadura que accede al Premio Europeo Marqués de Amodio sobre reconstrucción de antiguos palacios europeos por propietarios menores de 35 años. Tras haberse iniciado en el mundo del vino a través del proyecto emprendido en la renombrada bodega riojana Marqués de Murrieta fundada en 1852, decide embarcarse en un proyecto similar pero esta vez en su querida Galicia aprovechando los recursos naturales que abrazan el pazo, sus 12 hectáreas de viñedo de albariño y construye una bodega pensando en una elaboración limitada a la que dota de la mejor tecnología del momento.
Sucesivas inversiones en la bodega y en el viñedo son algunos de los ejemplos de la buena visión de futuro de una de las bodegas con más renombre de Galicia. Actualmente capitaneada por su hijo Don Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga, actual conde de Creixell, dedicadado en cuerpo y alma a inyectar de más inversiones y desarrollo al proyecto emprendido por su padre, Pazo Barrantes se consolida como uno de los mejores albariños de España con una magnífica evolución en botella y avanza conquistando nuevos continentes dando a conocer por todo el mundo las inigualables virtudes de esta variedad de uva gallega.